
Según se aleja en el tiempo la última edición del torneo de L'Hospitalet, el recuerdo de los jugadores allí vistos no hace sino revalorizar el nivel del mismo, que no podemos calificar de ninguna otra manera que no sea de excelente. Son muchos los jóvenes que apuntan maneras, algunos incluso a futuras estrellas de este deporte, y a ellos dedicamos unas líneas con la certeza de que alguno nos quedará en el tintero.
EQUILIBRIO BALCÁNICO
Como si fuera un supuesto de equilibrio geopolítico, cuatro jugadores balcánicos, cada uno de un país diferente, destacan en cada uno de los cuatro semifinalistas del torneo. Serbia, Bosnia, Montenegro y Croacia están representados respectivamente por los Musli, Djedovic, Mirotic y Zubcic.
Nikola Mirotic
Real Madrid, 2.07, Ala-pívot, 1991
Merecido MVP del torneo, el ala-pívot montenegrino dio un recital de juego y movimientos. Es un jugador alto, de brazos largos, mucha movilidad, extraordinaria coordinación y que disfruta de excelentes manos para relacionarse con el balón. Fino y muy técnico, buen conocedor del juego, la amplitud de su repertorio asusta. Es productivo tanto de cara como de espaldas a canasta, y puede evolucionar desde prácticamente cualquier punto de la cancha, incluso subiendo el balón. Tiene una gran mano, pudiendo lanzar desde el triple o la media distancia, tras bote y especialmente recurriendo a fintas de tiro para desequilibrar a su rival. Siguiendo con su juego de cara, maneja muy bien el balón y puede atacar a sus rivales tras bote con ambas manos, incluso a jugadores más pequeños y rápidos que él. Disfruta de muy buenos fundamentos en el poste bajo, con un sólido juego de pies y habilidad para anotar sus ganchos diestros. Quizás se echa en falta un poco más de trabajo con su zurda para anotar cerca del aro. Corre muy bien la cancha, sabe pasar el balón, trabaja el rebote y, aunque no es un enorme defensor, pude intimidar gracias a su envergadura. Es muy loable la libertad que disfruta en el Real Madrid para desarrollar todo el potencial de su juego. Hablamos sin duda de uno de los jugadores con más futuro vistos en el torneo.
Dejan Musli
FMP Zeleznik, 2.12, Pívot, 1991
Quizás decepcionó un poco al personal el pívot serbio, dada la fama que traía como flamante MVP del pasado Europeo sub-16, pero una lesión en el pie derecho le tuvo fuera de combate en los primeros dos días de torneo, y no pudimos ver al mejor Musli en la última jornada. De cualquier manera hablamos de un pívot muy grande, tanto por altura como por constitución física, no demasiado atlético, pero con interesante movilidad. Destaca fundamentalmente en defensa, donde estuvo más discreto que de costumbre, pero es un gran intimidador que mide los espacios con sorprendente habilidad para estar siempre en el punto adecuado. En ataque su juego descansó sobre tres pilares básicos: tiros de media distancia que, sin ser del todo fiables, van ganando en solidez; jugadas al poste bajo donde, demasiado predeciblemente, busca un ganchito diestro que todavía necesita pulir; y acciones en las que gana la espalda de su defensor prácticamente debajo del aro para recibir un pase bombeado y machacar el balón. Necesita seguir trabajando especialmente sus tiros a canasta desde todas las distancias y su juego de pies al poste bajo, pero es un jugador de enorme futuro.
Nihad Djedovic
AXA F.C.Barcelona, 1.95, Escolta, 1990
El bosnio puso de manifiesto su madurez física y técnica liderando al Barça hacia la final del torneo. Es un jugador muy hecho que en esta categoría es capaz de crearse tiros prácticamente a placer, y su voracidad anotador le lleva a jugarse muchos balones, en ocasiones más de los que serían aconsejables. Fuerte, atlético, ataca a sus rivales tras bote con facilidad, especialmente por la derecha, pero antes que zigzaguear hasta el aro prefiere levantarse para ensayar su tiro a canasta. Sin ser un puro tirador, parece bastante mejorado desde la larga distancia, y se levanta tras bote sin mayores problemas. Capaz de crear para su equipo con pases tras dividir la defensa rival, Djedovic no fue muy prolífico en este apartado, prefiriendo crearse sus propias oportunidades anotadoras. Tampoco rayó a la misma altura defensiva de anteriores citas, posiblemente dado su acrecentado rol en el equipo. De todas maneras, es un jugador tan maduro que posiblemente ya podría disputar minutos de cierta calidad en algún equipo ACB la próxima temporada.
Tomislav Zubcic
Cibona Zagreb, 2.08, Alero/Ala-pívot, 1990
Es complicado formarse una opinión de este espigado forward. Atesora unas condiciones físico-técnicas excepcionales, pero no termina de trasladarlas a la cancha con regularidad y solidez. Jugador que evoluciona fundamentalmente de cara al aro, tiene un gran primer paso y muy buen manejo de balón para su altura, lo que le permite romper a sus rivales, especialmente cuando está defendido por hombres interiores. Tiene además tiro exterior, pero muy inconsistente. Las pocas veces que visita el poste bajo gusta de resolver con tiros a la media vuelta que evitan un contacto físico que su delgado cuerpo no acepta del todo bien. Buen pasador, no obstante tiene problemas para tomar decisiones en poco tiempo bajo presión. Le cuesta reaccionar y desplazarse en defensa, y acaba cometiendo faltas con demasiada facilidad. De hecho, sus particulares características generan dudas posicionales: como alero necesita mejorar su manejo de balón, ganar mucha consistencia en el tiro y sufre graves problemas de lateralidad defensiva; como ala-pívot le falta bastante fortaleza que le costará ganar debido a sus relativamente estrechos hombros. De todas maneras, a buen seguro terminará asentándose como un moderno ala-pívot abierto.
GENÉTICA AFRICANA
Están hechos de otra pasta, son jugadores que pueden aunar gran altura y excepcional capacidad atlética en proporciones que es muy difícil encontrar en otras latitudes. La contrapartida habitual, más problemas que de costumbre para asimilar el trabajo táctico y técnico que todo jugador de alto nivel necesita. El AXA F.C.Barcelona se presentó en el torneo con dos de ellos, senegaleses para más señas.
Michel Diouff
AXA F.C.Barcelona, 2.06, Ala-pívot, 1990
Con un excelente despliegue físico-atlético y unos pocos recursos ofensivos que supo explotar a fondo, Diouff completó un gran torneo. Su jugada favorita, el tiro a la media vuelta desde el poste bajo, siempre acabando el giro alejándose ligeramente del aro de manera que pudiera disfrutar de espacio para lanzar con más comodidad. Además, tiros de media distancia, finalizaciones cerca del aro o canastas en transición. Por descontado, tiene gran facilidad para jugar por encima del aro, y ofreció varios mates al respetable. En defensa le bastó su superioridad física para hacer daño, formando una pareja temible con Abdoulaye, pero siempre con margen para mejorar el sentido táctico de sus esfuerzos.
Papa Abdoulaye
AXA F.C.Barcelona, 2.08, Pívot, 1990
Menos habilidoso pero quizás con más potencial que Diouff, es un poco más alto, tiene más envergadura, es al menos tan atlético como su compatriota, y para el poquísimo tiempo que lleva jugando baloncesto organizado -algo más de un año, a decir de agentes y responsables de la cantera azulgrana- no lo hace nada mal. Es un jugador coordinado, que sabe posicionarse en la pista, con un buen tiro de media distancia que saca de muy arriba, que no tiene malas manos y que debiera ser capaz de desarrollar habilidades al poste bajo. Además, intimida muchísimo en defensa, y regaló a la grada varios tapones de muy espectacular factura. Sin apenas salirse de su guión, su concurso fue de gran ayuda para que el Barça pelease por el torneo.
LA ARMADA ESPAÑOLA
Efectivamente, es un titular irónico. Ni hubo armada, ni mucho menos era española (en caso de haberla). Con las ausencias de Ricky Rubio, ocupado en otros menesteres, y Alberto Jodar, cuyo Fuenlabrada no estaba invitado al torneo, sólo acertamos a destacar a tres jugadores de entre el producto nacional.
Josep Franch
DKV Joventut, 1.90, Base, 1991
La Penya sigue produciendo bases de gran nivel, y su última propuesta es un Josep Franch que dejó destellos de enorme calidad. Es un base muy creativo, con gran manejo de balón y que transmite facilidad en su juego. Los pases más espectaculares vistos en L'Hospitalet tuvieron su firma, demostrando visión de juego, gran habilidad para encontrar líneas de pase y para efectuar las entregas de muy diferentes maneras. Por lo pronto, destaca la facilidad con que transforma el bote en un pase, además de ejecutarlos brillantemente con cualquiera de sus manos. Capaz de desbordar a sus rivales con regularidad gracias a su rapidez y dominio de balón, además de encontrar a sus compañeros en el pase disfruta de un gran tiro tras bote de media distancia, aunque según se acerca a la línea triple parece descender su efectividad notablemente. Tuvo que compaginar sus partidos en el torneo con varios entrenos con la primera plantilla del Joventut, lo cual posiblemente restó brilló a su actuación. De cualquier manera, es un jugador que ilusiona.
Alejandro Hernández
AXA F.C.Barcelona, 1.90, Base, 1990
No jugó su mejor torneo el base del Barça, pero así todo dejó muestras de su saber hacer. Todavía mucho más delgado que el estándar junior, su potencial de desarrollo físico es notable. Además Hernández disfruta de buena envergadura y es un jugador muy rápido. Destacaron sobre todo sus entradas a canasta, abrochando esa velocidad, su buen manejo de balón, un excelente sentido a la hora de marcar los pasos y cierta creatividad para dejar bandejas. También dejo muestras de su habilidad pasadora, que sin ser extraordinaria, sí le permite encontrar a sus compañeros con regularidad. De todas maneras, en ocasiones se vio muy superado físicamente y le costó crear juego para su equipo.
Miguel Lorenzo
Unicaja Málaga, 2.02, Ala-pívot, 1991
Si hablamos de hombres altos, nos quedamos con este zurdo de primer año que ha oficiado de ala-pívot versátil con prometedores resultados. Exhibe una planta física excelente y decente capacidad atlética, pudiendo evolucionar tanto de cara al aro como en la zona. Capaz de atacar a sus pares tras bote, con un tiro cuyo rango se extiende hasta la línea triple, necesita ganar consistencia en su juego. Nacido en Septiembre del 91, será interesante comprobar hasta dónde le lleva su desarrollo físico.
FACTORÍA FMP
No solamente se llevaron el torneo; los de Zeleznik presentaron la más completa colección de jugadores interesantes vistos en L'Hospitalet este año. Además de Dejan Musli, es obligado nombrar a varios de sus compañeros.
Andrija Milutinovic
FMP Zeleznik, 1.98, Escolta/Alero, 1990
El mejor jugador del equipo campeón, Milutinovic se erigió en el bombardero del torneo, devolviéndonos el añejo sabor del tirador letal balcánico. Su acierto durante las tres jornadas fue tal que muchos equipos acabaron los partidos defendiéndole cara a cara en todo momento ante el peligro que suponía concederle unos metros. Exterior de muy buenas condiciones físicas, por altura, envergadura y capacidad atlética, el repertorio de Milutinovic afortunadamente no se reduce a sus tiros a canasta. Buen manejador de balón, es capaz de penetrar con solvencia con ambas manos, ve fácil el pase, corre muy bien el contraataque, carga el rebote activamente, trabaja las líneas de pase buscando el robo y en general es un jugador que permanece activo todo el partido y que entiende el juego. Además también se mostró muy expresivo sobre la cancha, ejerciendo un cierto liderazgo sobre sus compañeros.
Nikola Vukasovic
FMP Zeleznik, 1.90, Base, 1991
Otro de los jugadores de primer año que oficiaban de inicio para el Zeleznik, Vukasovic muestra grandes condiciones para este deporte. Tiene un perfil físico notable, con buena altura, excepcional envergadura y muy prometedora percha, además de ser un jugador muy rápido. En lo referente a su juego, se mostró como un base muy seguro, con gran manejo de balón para dividir defensas y repartir balones. Muestra una buena visión de juego, además de disfrutar de un sólido tiro a canasta, incluso tras bote desde la media distancia. De hecho, dio la impresión de que Vukasovic, pudiera haber sido más protagonista en ataque, pero que prefirió buscar a sus compañeros, también de acuerdo con una dinámica muy de equipo que llevó FMP. Soberbio en defensa, Nikola tiene lateralidad y envergadura para realizar un gran trabajo atrás.
Aleksandar Ponjavic
FMP Zeleznik, 1.96, Escolta, 1991
Escolta muy completo, titular en todo un Zeleznik a pesar de su juventud, le dio al perímetro de su equipo mucha consistencia. Sin destacar de manera extraordinaria en ninguna faceta, se mostró muy sólido en los fundamentos básicos de este juego -bote, tiro y pase- contribuyendo a la creación de juego, a la amenaza exterior, a la circulación de balón, y también a la consistencia defensiva del FMP. Poco más se le puede pedir a un junior de primer año.
Branislav Djekic
FMP Zeleznik, 2.05, Ala-pívot, 1991
Nacido en Diciembre, hablamos de un jugador prácticamente cadete. Y aunque se esperaba un poco más de él -ya estuvo aquí el pasado año- sigue mostrando gran potencial. Delgadito pero con buena planta, brazos largos e interesante capacidad atlética, Djekic muestra cierta mano desde la media distancia, y acierto en las proximidades del aro, además de poder poner eventualmente el balón en el suelo. Es bastante coordinado, mostrando con cuentagotas algunos movimientos prometedores, y debiera convertirse en un hombre productivo en el poste bajo en cuanto gane un poco de cuerpo.
Bojan Subotic
FMP Zeleznik, 2.04, Ala-pívot, 1990
Quizás el más hecho de los jugadores del FMP, el ancho y fuerte cuerpo de Subotic no invita a pensar en un gran desarrollo futuro, pero tiene suficientes cualidades para asentarse como un jugador muy sólido en Europa. Muy atlético, Subotic se ha mostrado como un hombre muy activo, moviéndose sin balón, atacando el aro, buscando los rebotes. Sabe posicionarse y es agresivo. Pero además tiene un tiro muy apañado a canasta, con rango incluso hasta el triple, puede pasar el balón y entiende bien el juego. Posiblemente no tardaremos mucho en verle jugando con los mayores.
VIAJE CON NOSOTROS...
Finalizamos este particular viaje por distintos puntos del globo con un par de jóvenes promesas brasileñas establecidas en Andalucía y un ramillete de europeos de diversa procedencia.
Augusto Lima
Unicaja Málaga, 2.06, Ala-pívot, 1991
Unicaja sigue trabajando el mercado brasileño y el resultado es este atlético hombre interior, que si bien mostró un juego limitado, deja entrever una gran capacidad para mejorar en el futuro. Todavía muy delgado, Lima tiene muy buena percha y brazos largos. Ofensivamente basa su juego en un certero gancho diestro que le permite finalizar cerca del aro con mucha fiabilidad. De hecho, disfruta lo que los norteamericanos llaman soft touch para dejar el balón en la red desde posiciones cercanas. Además de un buen posicionamiento, cierta capacidad pasadora desde el poste y de un tiro todavía muy inconsistente, poco más mostró. Sin embargo, su gran coordinación, así como detalles que muestra en bote sin oposición, pase y tiro, permiten vislumbrar un gran futuro para este chico, siempre que trabaje adecuadamente.
Jordan Bürger
Cajasol Sevilla, 2.01, Alero/Ala-pívot, 1991
A caballo entre las posiciones de alero y ala-pívot, el brasileño tuvo una irregular actuación en L'Hospitalet, pero siempre dejando constancia de sus posibilidades. Disfrutando de buena planta física e interesante capacidad atlética, sus habilidades perimetrales le abren la puerta a un posible futuro como exterior, pero de momento se quedan cortas. Tiene triple, tiene bote, pero le cuesta levantarse con fiabilidad tras bote y atacar en uno contra uno, además de que podría hacer mejor uso de su cuerpo.
Bozhidar Avramov
Pamesa Valencia, 1.94, Base, 1990
Habitual en las convocatorias del primer equipo, incluso con minutos de experiencia ya en la ULEB Cup, Avramov se erigió en el líder del Pamesa demostrando por qué disfruta ya de alguna oportunidad con los mayores. Y es que el búlgaro es un base de notable despliegue físico -alto, relativamente fuerte y bastante atlético- y sólido repertorio técnico. Aparentemente mejorado en el manejo de balón respecto al pasado verano, se mostró más resolutivo en el uno contra uno, buscando pases y bandejas. Es un jugador de buena visión de juego que gusta del pase definitivo. La amenaza exterior en forma de lanzamientos triples completa un arsenal ofensivo que adolece de juego en la media distancia. Además, debe seguir mejorando en la dirección de los partidos, incluyendo distribución de balón y control del ritmo de juego. En cambio, resultó muy estimulante su permanente actitud positiva en los partidos, incluso cuando las cosas no pintaban bien.
David Jelinek
DKV Joventut, 1.93, Escolta, 1990
Finísimo escolta el que el Joventut se ha traído de la República Checa. Jelinek es todo elegancia y naturalidad en su relación con el parqué y balón. No muy alto, de complexión física concordante con su juego, rápido pero no demasiado explosivo, el checo construye su juego a base de depuración técnica. Excelente manejador de balón, puede superar tras bote a sus rivales con regularidad a través de soberbios cambios de dirección y gran control de su cuerpo, lo cual le permite incluso seguir en slalom hasta la zona. Sin embargo, si persiste la oposición después del primer envite suele optar, bien por el tiro de media distancia, bien por el pase. Jelinek se levanta para la suspensión tras bote con gran naturalidad, mostrando una buena muñeca, y también disfruta de interesante visión de juego para encontrar al hombre sin marca, lo cual le permite ayudar en la creación de juego. A destacar su mayor compromiso con el equipo respecto a lo mostrado el verano pasado en la división B del Europeo junior.
Leon Radosevic
Cibona Zagreb, 2.03, Ala-pívot/Pívot, 1990
Una presencia muy sólida en la zona de la Cibona, Radosevic puso su excelente planta física al servicio de la defensa y el rebote de su equipo. Aparentemente más alto de los 2.03 oficiales que levanta, atlético, fuerte y musculado pero no demasiado voluminoso, el croata disfrutaba de ventaja física contra muchos de sus rivales, pero también mostró la actitud necesarias para hacerla efectiva. En ataque sorprendió su empecinamiento en botar el balón, no siendo capaz de sacar ninguna ventaja de ello, es más, arriesgando pérdidas. Parece ser que está trabajando mucho su juego tras bote esta temporada para sacar partido de su interesante rapidez, pero de momento es todo menos efectivo. Ello no debería ser óbice para que también se prodigase en el poste bajo, pero desafortunadamente apenas sucedió. Será interesante ver cómo evoluciona en el futuro.
Dino Hodzic
Cibona Zagreb, 1.89, Base, 1990
El bosnio del equipo croata se mostró como un jugador algo más cerebral de lo que había demostrado en pasadas ocasiones. Base bastante potente, aprovecha su rapidez y su ya cierta madurez física para atacar a sus rivales, sacando mucho más partido por su lado derecho gracias a un visiblemente mejor dominio de balón con su mano buena. En ocasiones demasiado individualista, se queda muy lejos de lo que podríamos considerar como director de juego. La penetración y pase afuera se erige en su mejor arma creativa. Inconsistente en el tiro a canasta, lo suple con agresividad atacando el aro, aunque según se enfrente a rivales de más nivel tendrá que ofrecer más recursos para seguir siendo productivo.
Jonathan Leria
Pau Orthez, 1.96, Alero, 1990
El hombre más interesante de un discreto Pau Orthez fue este portento físico de limitadas habilidades. Muy fuerte y atlético, y trabajando para ser un jugador exterior, muestra un pobrísimo tiro a canasta y ciertas dificultades para jugar tras bote que le llevaron a perder muchos balones. Su juego ciertamente no enamora, pero hay que tenerle en cuenta aunque sólo sea por ese físico y su voluntad para utilizarlo en su favor.
Dmitry Korshakov
CSKA Moscú, 1.97, Alero, 1991
Entre los varios jugadores interesantes del decepcionante CSKA quizás merece ser destacado este alero de primer año. Destacan sus largos brazos en su prometedora planta física, además de disfrutar de cierta capacidad atlética. Tiene tiro exterior y puede atacar tras bote buscando el aro con agresividad, pero le falta versatilidad para levantarse tras bote y para barajar diferentes opciones en la penetración. Su envergadura y actividad atrás le proporcionan un notable potencial defensivo, y sólo le faltan unos centímetros para poder alinearse en esa cierta tendencia de aleros altos físicos que tanto frecuenta Rusia.