
Nuestro héroe salta a la ayuda sobre Carlos Cabezas por la línea de fondo, y según el andaluz trata de pasar el balón, corta el envío alargando su brazo izquierdo, que acto seguido proyecta hacia el suelo para iniciar el dribbling de transición. Cuatro botes zurdos y un quinto alargado para buscar el balón con la diestra y ejecutar un látigo en carrera que deja seco a Carlos Jiménez. Otros tres botes y un cambio de dirección con bote cruzado de derecha a izquierda para tratar de sortear a Boniface Ndong ya en las cercanías del aro. Con el africano siguiendo su movimiento, se levanta tras marcar los pasos de entrada a canasta para sacar una improbable y acrobática bandeja zurda con rectificado usando su cuerpo como pantalla protectora ante los interminables brazos del pívot rival. Es un lanzamiento muy vertical que busca muy arriba el tablero, pero toca en el sitio adecuado atravesando limpiamente la red.
Sucedió en Milán durante la tercera jornada de la Euroliga, y casi podríamos calificarlo de momento catárquico. Como una suerte de síntesis de las variadas pinceladas que había ido mostrando a lo largo del partido, el joven Danilo Gallinari despachó una espléndida secuencia que desnuda una vez más las ya conocidas excelencias de esta promesa italiana, y que de alguna manera supone su carta de presentación en la máxima competición europea.
¿Y quién es Danilo Gallinari?
Danilo Gallinari, il Gallo. Nacido en 1988. 205 centímetros aproximados de altura, brazos largos y muy buena percha. Bastante fuerte. Un pies de plomo relativamente atlético. Hijo de Vittorio Gallinari; heredó los genes de la competitividad, mutó los del talento. Base en etapa de formación, alero profesional. Excelente penetrador. También tira, pasa, defiende, rebotea, incluso puede postear. Versátil. Grandes fundamentos, gran carácter.
Quizás su imagen más característica sobre la cancha sea recular para dar espacio al defensor y atacarle tras bote con un perfecto uso de su cuerpo y exhibiendo un extraordinario juego de pies. Se le compara con Dejan Bodiroga, y ésta es una de las suertes donde puede justificarse tal atrevimiento.
Los problemas físicos habían mantenido a Gallinari alejado de las canchas varias semanas, una tragedia para un competidor que tiene que ver como su equipo, Armani Jeans Milano, encadena derrota tras derrota. Aunque su vuelta no se tradujo en victoria, al menos ha podido desahogar su frustración sobre el parqué.
Dos minutos y medio para el final del partido, los milanistas pierden por 14 puntos. Danilo saca desde la línea de fondo, pide el balón de vuelta y, después de despachar a su base, sube él mismo la pelota. Recibe un bloqueo directo en la frontal del aro, a la altura del triple, y ataca la ayuda de Daniel Santiago, sacándole falta y tiros libres.
Nada espectacular, pero una buena muestra del espíritu de este jugador, capaz de pedir y asumir responsabilidades en un equipo de Euroliga a sus 19 años. Es un ganador y va para estrella. Seguro.