"¿Señor, prefiere otro coche con neumáticos de invierno en vez del que le vamos a dar con neumáticos de verano?” Son las 8.30h de la mañana y ya estoy en el aeropuerto alemán de Hahn. Me había levantado a las 5.00h, aún con la alegría de la victoria contra el DKV Joventut y me dispongo a pasar el domingo viendo baloncesto en Mannheim. No entrenábamos hasta el lunes por la mañana. O sea que a las 9.50h como máximo tenia que estar en Fontajau. Me esperaba un buen tute. En la oficina de Hertz me plantean ésta disyuntiva. Contesto rápido: “¿Cuánto cuestan?”. Me explican que 25 euros más a añadir a la tarifa. En una situación normal hubiese ido a ahorrar el máximo, pero viendo el paisaje no tuve ninguna duda. Todo estaba nevado. Después de contratar el coche me meto en una cafetería del aeropuerto. Tomo el tercer café del día (y los que me esperan). Espero a Pere Capdevila (coordinador de la base del CB Girona), que aterriza en un vuelo dentro de unos minutos. Nos espera una hora y media de coche por las autopistas alemanas hasta llegar a nuestro destino, sede estos días del prestigioso torneo júnior de selecciones Albert Schweitzer, un evento que se disputa cada dos años. Será mi tercera visita consecutiva después de las de 2004 y 2006.
El silencio se interrumpe mientras estoy disfrutando del café. Suena mi móvil. Alguien me está llamando a las 9.30h desde el pabellón de Fontajau. ¿Quién será? ¿Quién va a ser? El típico jugador que piensa que entrenamos hoy y de repente se ha encontrado solo con el vigilante de seguridad. Al ver que no aparecía nadie no ha dudado en buscar la solución fácil: llamarme. Sin comentarios. Recuerdo que en mi primer año de delegado me llamó un jugador americano a las 7.00h de la mañana. "¿Me podrías hacer un favor? Llama al hotel X de Barcelona y pregunta si tienen una habitación para hoy, es que estoy delante y, si hay, entraré”. Y hablando de hoteles y ya que Pere aún no ha aterrizado os explico otra de buena. Hace unos años, después de jugar un partido nos quedamos a dormir en la ciudad. Por la mañana nos levantábamos muy temprano (rollo las 6.00h o así). Me despierto y empiezo a llamar a todas las habitaciones para despertar a todo el mundo. Al llegar a una de un jugador, no me contestaba. Me vestí rápido y fui directo a despertarle. Encontré la puerta medio abierta, le llamo y no contesta. Todo está oscuro. De repente oigo que contesta el jugador, que no estaba solo. El chico había aprovechado el tiempo. Había un ser vivo rodeado por una sábana a su lado. El vuelo de Pere acaba de aterrizar. Hablamos luego.

Pues ya estoy en el pabellón MWS Halle Am Herzogenried. Queda aproximadamente una hora para que empiece el primer partido del día: Argentina – Nueva Zelanda. Hemos tardado unos 90 minutos en ir de Hahn a Mannheim en el Polo que hemos alquilado. Aunque provistos de mapas, hemos tardado un rato en encontrar la pista de juego. Hace mucho frio y está nevando. El cuarto café del día tarda poco en llegar. La danza de la haka por parte del combinado de Oceanía antes del partido contra los argentinos me acaba de despertar (adjunto foto). El potencial físico de los primeros es inversamente proporcional a su destreza tirando, acabando con un 17/54 (31%). En el equipo sudamericano me han gustado Gaynor (13 puntos y 5/5 en tiros) y Martin (13 y 8 rebotes). Nueva Zelanda acaba cediendo por un claro 60-77. En esta primera fase del campeonato, que se disputa antes del martes (día de descanso), no hay muchos scouts ni gente habitual en estos eventos, ya que la mayoría llegan a partir del miércoles para la segunda fase y la fase final. A pesar de esto prefiero estar los primeros días. En estas tardes de domingo en Mannheim he visto a Jelena Soce, Murat Didin, Yarone Arbel y Jacinto Castillo entre otros (evidentemente algún scout de la NBA también se ha dejado caer por el Halle). Poco rato hemos estado Pere y yo solos viendo los partidos, ya que Antonio Rodríguez (Digital +) –adjunto foto- y Mauricio Parra (entrenador ayudante del Tubingen alemán) nos han acompañado.

Antes de que llegaran los dos españoles hemos visto y disfrutado del combinado turco. Los otomanos han vencido a los holandeses por 76-98 con un bloque muy interesante y mostrando una vez más las cualidades de sus promesas. Ante todo destacar a un cadete (Kanter) que puede dar mucho de que hablar, sin olvidar a gente como Mutaf, Kiligli o Sanli. Turquia tiene un bloque muy joven. En las otras dos ediciones que estuve presente en Mannheim también quedé encandilado con las posibilidades de futuro de los jóvenes turcos, aunque después pasa lo que pasa y algunos llegan y otros se estancan. En la 2004 estaban Erden, Demirel y Savas (ahora en el Fenerbahce Ulker), Akyol (esta temporada en Efes y Galatasaray) y Ilyasova (Barça). En la 2006, Hersek (Efes), Ozcan (Alpella) y Balbay (University of Texas).
Después de otro café y algunos pretzels para ir picando nos dispusimos a ver un interesante Alemania-Suecia, con las gradas del pabellón casi llenas para seguir las evoluciones de los suyos. Los nórdicos, liderados por su base Person (acabó con 21 puntos, 6 asistencias y 4 recuperaciones), mostraron una vez más la proyección ascendente de su cantera y ganaron a los teutones por 86-73. Fue entonces cuando varié mi plan del dia, ya que quería ir al pabellón de la base americana para ver el Francia-USA. No estaba dispuesto a perder mucho tiempo y al final decidí quedarme para ver a los españoles contra los croatas. Vale la pena respirar el ambiente de la base americana, pero ya había ido en dos ocasiones y esta vez no quería quedarme pillado en algún atasco y tener que aparcar lejos. No sé si fue una buena o mala decisión porque España masacró a los croatas por 102-64. Los balcánicos sólo aguantaron el primer cuarto. En el salto inicial se podía comprobar que la media de altura de los croatas superaba en casi un palmo a la de sus rivales. Pero esto no es suficiente. Un ejemplo: Zupcic, alero de la Cibona, mide 2.10 aproximadamente, y sólo se acerca a la pintura cuando tira tiros libres. Vive en la línea de 3. La garra de gente como Vicente y León, un claro ejemplo.

Mi escapada estaba llegando a su fin. Después de 9 horas en Mannheim era el momento de volver a casa. Pero no todo fue tan fácil. Mi ordenador se quedó sin batería, mi teléfono también y mi cargador de coche se rompío, el móvil de Pere también murió y no teníamos mapa para la vuelta hacia Hahn (queríamos dormir en un hotel delante mismo de la terminal). Pasamos algunos apuros hasta encontrar una gasolinera, compré un mapa de Alemania (seguro que a éste no se le acababa la batería) y enfilamos el viaje de vuelta. A medio camino nos paramos a cenar en un Burger King al lado de la autopista y llegamos al hotel pasadas la media noche, pero… Después de entrar en el hotel subimos a la habitación, entramos y sólo vimos una cama. Nos miramos con cara de póker, volvimos a recepción y su respuesta fue clara: “No hay más habitaciones”. Pues vamos a estrechar lazos. Me levanté a las 5.15h (Pere se quedó un dia más allí) y a las 8.30h ya estaba en Fontajau, 90 minutos antes del inicio del entrenamiento. Ya tengo en el horizonte la edición del 2010. Pere no tardó en enviarme un sms cuando estaba comiendo en la base americana: “Me estoy comiendo un Peperjack Chicken Sandwich a tu salud”. Pero mi dieta en casa fue mejor: arroz blanco con verdura hervida y un pincho moruno. Ya tendré tiempo de saber cómo se come en USA este verano.

PD1: En el partido que jugamos en Vitoria se lesionó el médico bajando la escalera del hotel. La foto no tiene desperdicio, con Litus (nuestro fisio), haciéndole un tapping antes de empezar el entrenamiento.
PD2: Nuestro médico también hace de jefe de prensa. En Vrsac (Serbia) se dedicó a tirar fotos durante el entrenamiento. Ya estaba recuperado de su lesión, pero como en él es habitual, siempre está apunto para ayudarnos a todos.
PD3: Durante nuestro viaje a Serbia hicimos escala en Zurich. Los Alpes nos dieron la bienvenida, con una estampa de postal.
