TAU Cerámica: Victoria con dudas. El equipo vitoriano se aproxima a la gran Final ACB al derrotar al Unicaja por 81-68. Resultado claro, podría parecer contundente, pero los de Spahija se van a Málaga con una sensación agridulce, con ciertas dudas. Y es que los vitorianos volvieron a encontrarse con un problema habitual esta campaña, su dificultad para atacar zonas rivales; una persistente 2-3 permitió reaccionar al Unicaja y sembrar dudas pese a la victoria final. No obstante, Spahija puede quedarse con el buen momento de Planinic, la capacidad de Rakocevic para dividir la zona malagueña, el valor de Splitter bajo tableros... y, por supuesto, la victoria, al fin y al cabo lo más importante de todo.
El doble valor del partidazo de Planinic. Los 15 puntos con 1/1 en tiros de dos y 4/4 en triples de Planinic tienen un valor importantísimo para el TAU Cerámica. No sólo sellaron la victoria, sino que confirman que el croata llega en forma a la recta final, una vez superada la lesión muscular que le mantuvo fuera en cuartos de final. Planinic acostumbraba a tardar mucho tiempo en coger el ritmo tras sus lesiones, por esos sus 15 puntos y la esperanza de una pareja letal junto a Prigioni suponen un gran alivio y sonrisa para los aficionados del TAU Cerámica. Y es que si Planinic se lució hoy, el argentino lleva a un nivel altísimo todo el Playoff.
Unicaja: "Casi" sin jugar bien. El Unicaja puede hacer una lectura positiva del encuentro: aun jugando mal -o al menos, no bien- estuvo cerca de sorprender al TAU Cerámica en su inexpugnable morada. Los malagueños demostraron que con Ndong y Haislip pueden competir contra el formidable Splitter y que con una zona 2-3 evocan todos los miedos ofensivos del TAU Cerámica. Sin embargo, el mal día de la línea exterior y en especial los bases, con Cabezas desconocido y Popovic ausente, fue un lastre demasiado pesado. Pero con estos argumentos y algo más de acierto, el Unicaja puede aspirar perfectamente a la final.
Con la boca abierta. Así nos quedamos todos los que vimos la jugada de James Singleton mediado el segundo cuarto. No es ningún churro, sino una maravilla que mezcla técnica y explosividad. El ala-pívot saltó desde muy lejos y cuando parecía que no sería capaz de culminar la jugada, extendió el brazo para enviar el balón al cielo y esperar su caída besando con perfección la red.

Segundo triple de Splitter en ACB. Acababa el partido y Splitter recibió solo en 6,25. Se lo pensó y lanzó... ¡dentro! Era el segundo triple anotado por el pívot en su carrera ACB, ya por 174 encuentros ligueros. Splitter había anotado por única vez en la temporada 2005-06, contra el Ricoh Manresa.